jueves, 6 de noviembre de 2014

La dignidad de Teresa Romero


Ayer pudimos ver un ejemplo de dignidad, de templanza y de elegancia a la que últimamente no estamos acostumbrados, me estoy refiriendo a la rueda de prensa que a ofrecido Teresa Romero.

 

Manifestar en primer lugar mi alegría por su recuperación, como no podía ser de otra manera. Y añadir a la admiración que ya la procesaba, como a cualquiera que mira a los ojos a la muerte y la derrota como ha hecho ella, la que ayer me hizo sentir por las palabras que ayer pronuncio delante de los medios de toda España.

 

Vaya por delante que si hubiera sido yo quien hubiera estado en su lugar la retahíla de improperios, blasfemias y descalificaciones que hubiera dedicado a la señora Mato y al señor Rodríguez a la sazón ministra y consejero de sanidad, hubiera sido histórico, de esos que pasan veinte años y aun recuerdas. Y motivos no me hubiesen faltado. Como no la faltan a ella.

 

Porque la gestión que estos personajes han hecho del contagio de Romero es como mínimo lamentable. Falta de medios, de formación adecuada a los profesionales, las decisiones irreflexivas como la del sacrificio de su perro sin ser necesario y que solo contribuyo a crear más alerta social, la ausencia total de informaciones concretas y concisas sobre el riesgo real de contagio y por supuesto la peor de todas y uno de los momentos mas miserables de la historia de nuestra política, que fue la de culparla a ella de su propio contagio con el único fin de eludir sus responsabilidades políticas.

 

Responsabilidades políticas, cuantas veces hemos oído esta expresión en los últimos años siempre en boca de aquellos que las exigen pero nunca en la de alguien que las asume y se va para su casa.

 

Lo lógico y lo deseable en el caso que nos ocupa seria que Mato y Rodríguez dimitieran pero todos sabemos que eso en este país no es costumbre, pero llegados a este punto la continuidad en el ministerio y en la consejería de estos personajes es insostenible. Porque si añadimos la pésima gestión de la que antes solo hemos dado unos pocos ejemplos el hecho de que a los pocos días de estallar la crisis fueron apartado de facto de sus responsabilidades en este caso y puenteados descaradamente en el gabinete de crisis, haría que cualquiera con un mínimo de dignidad dimitiera inmediatamente de su puesto.

 

Y como sabemos esto no ha pasado ni parece que pueda pasar lo exigible es que el Presidente del Gobierno y el Presidente de la Comunidad de Madrid cesaran lo antes posibles a semejantes cadáveres políticos por su manifiesta incompetencia. Pero eso tampoco va a pasas por desgracia.

 

Así que lo único que nos queda a los ciudadanos de a pie que los sufrimos es recordar quien nos gobierna y como es su gestión en las próximas elecciones. Tomemos nota.

 

Pero sin embargo Teresa Romero ha tenido el comportamiento más ejemplar junto al de los profesionales (desde aquí mi admiración) de toda esta crisis. Y de mucho tiempo.

 

Pero esto es solo mi opinión, quizás este equivocado

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