lunes, 10 de noviembre de 2014

Un concejal de cultura.


Valiente hijo de la gran puta, vete a colombia y le das por el culo al hijo de puta amigo tuyo, ese dictador que tanto amas y como amas su pais y son la envidia a seguir pues camina haber si te dan un tiro en la nuca cacho cabron y dejanos tranquilos”  

 

Estas son las lindeza que este gran literato, envidia del Parnaso, cuya pluma esta a la altura de las de Cervantes, Quevedo, Góngora, Tirso, Calderón, Espronceda, Moratín, Galdós, Ortega, Unamuno, Lorca, Machado ó Miguel Hernández le dedico con una retórica digna de Catón o del mismísimo Cicerón a Pablo Iglesias, líder de Podemos.

 

Sobre el contenido de esta inmortal obra cumbre de las letras castellanas e incluso universales me atrevería a decir, solo diré que se califica por si misma, y que si en lugar de apellidarse Cuesta Infante, ser de Paredes de Nava y concejal del PP se apellidara Gorostiza fuera de Rentería y concejal de Bildu ya estaría detenido.  

 

Este fenómeno ya ha dimitido hoy y entregado su acta de concejal de…¡¡¡cultura!!!. Con dos cojones. Ole tus huevos alcaldesa. No había nadie mejor que semejante prenda.

 

Lo que me lleva a la reflexión que quería compartir hoy con los que me leáis, suponiendo que alguien lo haga que es mucho suponer. ¿Cómo es posible que semejante personaje fuera el concejal de cultura de su pueblo? Vale que para ser concejal de un pueblo pequeño de la meseta palentina no hay que tener un doctorado honoris causa pero un mínimo de formación es ó debería ser algo exigible a nuestros cargos electos. Y con más razón si van a ser el responsable de la cultura de un ayuntamiento. Aunque solo sea por un poco de respeto a lo que eso representa.

 

Y el problema radica en que los dos grandes partidos de este nuestro país no renuncian nunca a presentarse a cualquier ayuntamiento y para ello presentar a quien sea con tal de que tenga carnet del partido. Y a veces ni eso que hemos visto a algunos cambiar de partido cada cuatro años con una facilidad pasmosa. Pero resulta que, lógicamente, no siempre hay personas adecuadas para ese puesto ó bien estas si lo son no consiguen formar un equipo con una formación mínima para ocupar un puesto de representación por muy pequeño que este sea.

 

Y ni tanto el PP como el PSOE parecen ser conscientes del daño que esto les puede hacer si uno de estos elementos se sale del tiesto, y les pasa, muchas veces pero ó bien no se dan cuenta ó no quieren corregirlo. Supongo que el hecho de tener cincuenta ó cien ayuntamientos más que el rival para ellos sea lo único que importa. Más poder, más dinero.

 

Pero el daño que causa uno de estos paladines de la democracia cada vez que dice lo que piensa a la imagen del partido hace que no sea rentable ganar una concejalía, al menos no fuera de dicho pueblo. Por que a este demócrata irredento han salido a defenderle, con un par, diciendo lo de siempre que no le hemos entendido, que se le ha mal interpretado. Otra cosa no será este genio pero claro sí que lo es. De hecho no hay nadie en todo el país que alberge ninguna duda de que piensa este adalid de la democracia sobre Pablo Iglesias y su formación.

 

Cabe, pues, pensar que si no le han censurado en su propio partido pensaran algo similar a él. Ó al menos no ven mal sus palabras. Lo que le lleva a uno a suponer que en el Partido Popular hay una cantidad considerable de elementos de la extrema derecha no muy alejada del fascismo como este sujeto con el que estaban tan contentos.

 

Así pues los partidos deberían reflexionar sobre la conveniencia ó no de presentar candidaturas a todos los ayuntamientos donde haya una urna y de la que puedan sacar tajada. Quizás el planteamiento de Podemos de no presentarse a las municipales porque no pueden presentar candidatos de garantías a los ayuntamientos no sea una mala idea. Y a lo mejor los demás partidos deberían plantearse presentar a según que gente a las elecciones. La imagen de un partido y el respeto a las instituciones tendría que estar por encima del poder por el poder.

 

Pero esto es solo mi opinión, quizás este equivocado.

jueves, 6 de noviembre de 2014

La dignidad de Teresa Romero


Ayer pudimos ver un ejemplo de dignidad, de templanza y de elegancia a la que últimamente no estamos acostumbrados, me estoy refiriendo a la rueda de prensa que a ofrecido Teresa Romero.

 

Manifestar en primer lugar mi alegría por su recuperación, como no podía ser de otra manera. Y añadir a la admiración que ya la procesaba, como a cualquiera que mira a los ojos a la muerte y la derrota como ha hecho ella, la que ayer me hizo sentir por las palabras que ayer pronuncio delante de los medios de toda España.

 

Vaya por delante que si hubiera sido yo quien hubiera estado en su lugar la retahíla de improperios, blasfemias y descalificaciones que hubiera dedicado a la señora Mato y al señor Rodríguez a la sazón ministra y consejero de sanidad, hubiera sido histórico, de esos que pasan veinte años y aun recuerdas. Y motivos no me hubiesen faltado. Como no la faltan a ella.

 

Porque la gestión que estos personajes han hecho del contagio de Romero es como mínimo lamentable. Falta de medios, de formación adecuada a los profesionales, las decisiones irreflexivas como la del sacrificio de su perro sin ser necesario y que solo contribuyo a crear más alerta social, la ausencia total de informaciones concretas y concisas sobre el riesgo real de contagio y por supuesto la peor de todas y uno de los momentos mas miserables de la historia de nuestra política, que fue la de culparla a ella de su propio contagio con el único fin de eludir sus responsabilidades políticas.

 

Responsabilidades políticas, cuantas veces hemos oído esta expresión en los últimos años siempre en boca de aquellos que las exigen pero nunca en la de alguien que las asume y se va para su casa.

 

Lo lógico y lo deseable en el caso que nos ocupa seria que Mato y Rodríguez dimitieran pero todos sabemos que eso en este país no es costumbre, pero llegados a este punto la continuidad en el ministerio y en la consejería de estos personajes es insostenible. Porque si añadimos la pésima gestión de la que antes solo hemos dado unos pocos ejemplos el hecho de que a los pocos días de estallar la crisis fueron apartado de facto de sus responsabilidades en este caso y puenteados descaradamente en el gabinete de crisis, haría que cualquiera con un mínimo de dignidad dimitiera inmediatamente de su puesto.

 

Y como sabemos esto no ha pasado ni parece que pueda pasar lo exigible es que el Presidente del Gobierno y el Presidente de la Comunidad de Madrid cesaran lo antes posibles a semejantes cadáveres políticos por su manifiesta incompetencia. Pero eso tampoco va a pasas por desgracia.

 

Así que lo único que nos queda a los ciudadanos de a pie que los sufrimos es recordar quien nos gobierna y como es su gestión en las próximas elecciones. Tomemos nota.

 

Pero sin embargo Teresa Romero ha tenido el comportamiento más ejemplar junto al de los profesionales (desde aquí mi admiración) de toda esta crisis. Y de mucho tiempo.

 

Pero esto es solo mi opinión, quizás este equivocado

martes, 4 de noviembre de 2014

Patriotismo... ó no.




Al escuchar las primeras noticias sobre la operación Púnica mis primeras sensaciones fueron, como supongo que de la de casi todo el mundo, de rabia, hartazgo, indignación y sobre todo de impotencia. Nosotros a duras penas llegamos a fin de mes, y eso con suerte, y el pastel se lo reparten los de siempre. Y con la desfachatez añadida de que además de quedarse con el dinero de todos lo hacen de manera fraudulenta. Vamos como ha sido toda la vida…
                                    
Pero el paso de los días y sin que la rabia haya disminuido, me han hecho reflexionar sobre un par de cosas al respecto.
 
La primera de ellas y sobre la que ahondare en otra ocasión, es que si todos los imputados en estos escándalos en general entraron en esto de la política con animo de corromper el sistema ó fue el sistema quien los corrompió a ellos. Pero como ya he dicho entrare en ello otro día.
 
La segunda de las reflexiones me lleva a una visión muy particular y dirigida al Partido Popular en particular.
 
El PP siempre ha hecho bandera del patriotismo defendiendo la unidad nacional ó envolviéndose en la enseña nacional si complejos siempre que ha tenido ocasión, llegando incluso a apoderarse de ella hasta el punto de que a día de hoy parece imposible enarbolar una bandera española sin que automáticamente te identifiquen como “de derechas”. Pero eso no es patriotismo, eso es populismo.
 
Si uno acude a la Real Academia Española y busca “patriotismo” encuentra dos acepciones:
1- Amor a la patria.
2- Sentimiento y conducta propios del patriota.
 
Sobre la primera no voy a opinar pues creo que eso es algo que pertenece al ámbito privado y personal de cada uno.
 
Pero sobre la segunda y si repitiéramos el ejercicio anterior con la palabra “patriota” nos encontraríamos con lo siguiente en la primera de sus acepciones “persona que tiene amor a su patria y procura todo su bien”
 
Y esto último es lo que hace que todo lo relacionado con la ostentación de banderas ó la exaltación de la unidad nacional se queda en simple impostura. Ó en simple y trasnochado populismo.
 
Por que la condición de patriota si hay algo con lo que choque frontalmente es con la evasión de impuesto y la malversación del erario publico. Es completamente incompatible procurar todo bien a la patria y robarle su dinero. Nuestro dinero. No nos olvidemos de eso, es nuestro dinero y nos lo están robando. Literalmente.
 
En cualquier democracia que se precie de serlo un partido del que un juez publica un auto dando por probado que dicho partido se financio con dinero negro seria se convertiría automáticamente en una fuerza proscrita políticamente. Seguramente ese hecho provocaría su desaparición. Y si dicho partido es el que además sustenta en el parlamento la acción de gobierno llevaría sin remisión a la disolución del mismo con la consiguiente disolución de las cámaras y convocatoria electoral. Pero como he dicho en una democracia que se precie.
 
Aquí no. Esto es España. Que más da que con ese dinero que nos roban, ese dinero que ocultan al fisco pudiéramos haberlo dedicado a la sanidad, la educación, las pensiones, la creación de empleo… o muchas otras cosa mucho más útiles para la patria que el enriquecimiento de algunos.
 
No señores del Partido Popular lo suyo no es patriotismo.
 
Pero eso solo es mi opinión, quizás este equivocado.